Estar presente sobre el escenario
¿Qué cosas hacen que nos ausentemos? ¿Con qué podemos conectar para evitarlo?
Una parte importante de la evaluación que se hace de nuestra performance sobre el escenario tiene que ver con la fluidez con la que hablamos. La fluidez es consecuencia de la práctica, es cierto, pero más que nada es consecuencia del nivel de conciencia que tenemos de estar sobre el escenario haciendo lo que hacemos.
Cuando hacemos el esfuerzo consciente de estar presentes, de entregarnos a la práctica de la comunicación, naturalmente mostramos una fluidez que se asocia con lo relajado.
Amigos no deseados
Cuando nuestra atención está en otro lugar, inmediatamente aparecen las “muletillas”. Estos elementos del discurso pueden tener multiples orígenes genuinos, todos ellos se pueden erradicar con la práctica, lo que no se puede es combatir la ausencia.
El ejercicio necesario para erradicar las muletillas es, desde el punto de vista del speaker, uno de los más comprometidos y difíciles de hacer ya que requiere que nos detengamos con cada uno de los “eehhh” que decimos y nos pongamos a prestar atención a que lugar nos hemos “marchado”.
- Por un lado es comprometido puesto que es fácil de desestimar y requiere mucha energía. Si no tengo fortaleza, no hago el ejercicio.
- Por otro lado es difícil hacerlo solo ya que este gesto del discurso no siempre es perceptible para aquel que lo esta realizando.
La alternativa del video, ahora que hay dos cámaras por cada teléfono celular del mundo ha mostrado ser la cura más sencilla.
El arte de combinar sonidos
El silencio no siempre corta el flujo de la conversación. Se dice por ahí que la música no es ora cosa que el arreglo agradable de sonidos y silencios. En la comunicación escénica el silencio juega un papel central, siempre y cuando sea deliberado.
El silencio puede ser una consecuencia de la falta de práctica como en todos los casos en los que hay problemas en una presentación. Pero más importante que eso, puede ser el resultado de estar intentando adelantarme a lo que quiero decir, o repasando mentalmente lo que ya dije. Es decir, estoy centrado en lo que ya pasó o debería suceder. Esto también es ausentarse del escenario y sucede mucho más habitualmente de lo que pensamos.
Simplemente estar
Diseñar y practicar lo que hemos pensado hace el proceso más fácil. Eso no se pone en discusión en esta columna. Si vamos a aportar el hecho de que cuando una persona está sobre el escenario, su perfil es casi transparente para todos los que estamos abajo.
Cuando nuestra interacción se relaja y no estamos con la cabeza en otro lugar, se nota. Este punto es clave. Si bien con un poco de talento esto se suple, quienes están decididos a hacer su presencia notar deberán comprometerse con la práctica de estar presentes.
