Los 3 ámbitos en donde tu presentación puede mejorar infinitamente.

Estilo, estructura y medios de representación. Esas son las dimensiones a trabajar.

Fernando Johann
Cómo Cincelar

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La respuesta viene a cuento de una pregunta que me hicieron durante una reunión de prospección en el CONICET:

¿Cómo trabajás las capacitaciones?

La manera en las que nuestras presentaciones pueden mejorar su impacto y su alcance esta dada por cuanto podemos crecer en tres aspectos basales de nuestra competencia en comunicación.

  1. Cómo cultivamos nuestro estilo para presentar.
  2. Nuestra práctica a la hora de diseñar la estructura del mensaje
  3. La gestión de los recursos para producir medios de representación eficientes

Un poco de contexto

Hace poco me invitaron a participar en uno de los proyectos que más me entusiasma desde que comencé con esta actividad (de manera incipiente y con poco foco) allá por 2008. Digo esto porque el mayor motivante al inicio estaba justamente en la comunicación de mensajes de investigación y divulgación científica.

Se puede dar la oportunidad de ir a trabajar con los científicos de PLAPIQUI antes de fin de año.

En mi tiempo en la facultad, estudié y me recibí de ingeniero en materiales en el Instituto Sábato, un emprendimiento educativo intensivo y que cuenta con pocos alumnos pero se reciben casi la totalidad. Es bastante común que como consecuencia de ser una familia pequeña, los actos de defensa de tesis y trabajo final sean reuniones con un alto grado de participación.

Así es como en un tierno fin de invierno en el año 2003 decidí, que al menos para mí, la experiencia de presentar mi trabajo final sería sensiblemente diferente a lo que estaba viendo ese día de exposiciones en el auditorio del Centro Atómico Constituyentes.

Si hay un punto en el que podemos coincidir fácilmente es que las presentaciones técnicas no están en el top 100 de mejores experiencias humanas. Esto se debe, creo yo, a una Suma Riemann de factores. Entre los de mayor contribución, a mi parecer, aparece una divergencia respecto de que sentido tiene comunicar y que pueden escuchar los presentes, la pormenorización del evento en sí y la falta de sintonía con la moda de comunicación de nuestro tiempo.

Y ahí volvemos al trabajo con nuestra habilidad para comunicar. Para contestar la pregunta nuevamente, si queremos aumentar el impacto de nuestro mensaje hay caminos que no tienen fin en cuanto a crecimiento.

  1. El cultivo del estilo: La primer persona que me transmitió esto fue mi actual socio Juan Carlos Lucas (docente mío en la carrera, así de virtuoso ha sido mi pasaje por la universidad). Cada día que pasó desde que me dio la distinción no he hecho otra cosa que confirmar la importancia que tiene esto. El hecho de que seamos personas diferentes hace que necesitemos hacer crecer en relevancia nuestros modos únicos, nuestro criterio, nuestra propia manera de hacer las cosas. Quien quiere hablar sin chistes, o no moverse sobre el escenario tiene un estilo diferente a quien pretenda hacer reír o entretener dinámicamente, y eso está muy bien. Ningún estilo es mejor que otro, pero ciertamente no quisiéramos tener un estilo común. Nadie es común.
  2. Diseñar estructuras que funcionan: Los mensajes sin estructura se pierden. La principal diferencia entre un orador popular y uno que nadie recuerda es su talento para comunicar sobre estructuras eficientes, lo haga a sabiendas o de manera intuitiva, en mensajes memorables, la estructura aflora. Esto es una práctica dinámica, que cambia con los tiempos, las culturas y las geografías. Eso hace que practicar tenga tanto peso. Practicar y censar si funciona.
  3. Destinar recursos a representar: El lenguaje verbalizado humano tiene esta rara capacidad de poder hacer llegar conceptos sumamente complejos de un cerebro a otro. Es una ventaja que los seres humanos hemos aprovechado para doblegar a la naturaleza en cuanto espacio la hemos encontrado. Lo que sucede de todas formas es que hay representaciones que promueven un proceso más eficiente. El complemento visual, el más común de los acompañamientos de una presentación actual, requiere que prestemos atención. Slides de powerpoint realizados con displicencia son contraproducentes. Hacen que nuestro mensaje se transmita menos. Los medios de representación no terminan en los slides, y ciertamente no son solo visuales. Cuanto más recursos haya para dedicar a este espacio, mayor es la capacidad y el profesionalismo que debemos mostrar para gestionarlos.

Independientemente de si con científicos o cualquier otra profesión, en estos aspectos la mejora puede ser infinita. El crecimiento no está limitado. Es esto lo que hace que la metodología finalmente sea consecuencia de alguno de estos espacios y no al revés. La oratoria tiene su cumbre. Se puede ser todo lo buen orador que es posible (desde el punto de vista técnico digo, no desde lo subjetivo), pero no se puede terminar de cultivar el estilo, de la misma manera que nuestra práctica al diseñar estructuras no termina. Son cosas que se mueven con nosotros.

Dicho todo esto y volviendo al principio, de concretarse, el proyecto en cuestión es el trabajo soñado para un servidor. Es de donde nació todo y donde siempre quise aportar valor. Les contaré como sale.

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